Desde que somos niños, nos sentimos a gusto cuando los demás reconocen nuestros logros y validan lo que hacemos bien. Nos sentimos capaces e importantes. Este estímulo positivo durante fases tempranas de nuestra vida está estrechamente relacionado con una mayor autoestima y nos permite estar más motivados en fases posteriores de nuestro desarrollo, según un estudio de 2019 publicado en «Journal of Personality and Social Psychology».
Entonces, ¿por qué, siendo esto una necesidad humana fundamental, dejamos de hacerlo a medida que crecemos? ¿Por qué dejamos de reconocer públicamente los éxitos de un compañero de trabajo, un colaborador, o un alumno? ¿Será que al convertirnos en adultos empezamos a creer que cumplir metas y alcanzar objetivos es simplemente nuestro deber?
Si estas mismas consideraciones las tomamos para el ámbito laboral, podríamos afirmar que el reconocimiento es una necesidad básica para el bienestar de cualquier trabajador, ya que lo es en prácticamente todas las demás etapas de su vida. De acuerdo con el informe de Gallup (2020), los colaboradores que sienten que su trabajo es reconocido están 2.7 veces más comprometidos con su trabajo, en relación con quienes no reciben este reconocimiento.
Cabe señalar que, al hablar de reconocimiento, no necesariamente hacemos referencia a premios o trofeos en la fiesta de fin de año de la empresa. Nos referimos a actitudes simples y prácticas cotidianas que demuestren gratitud, que permiten que los miembros del equipo se motiven en sus tareas diarias, y refuercen comportamientos positivos para alcanzar los objetivos del equipo o de la compañía al largo plazo.
Las insignias digitales llegaron para transformar el reconocimiento laboral en un proceso simple, rápido, visible, ecológico, seguro y libre de plagios. Los beneficios también recaen en quien las recibe, ya que además de portarlas, tiene la posibilidad de compartirla en sus redes sociales, portafolios y CV. Esto permite que el reconocimiento sea conocido por sus pares, colegas, superiores, colegas y ex colegas, etc.
No basta con saber que contamos con un buen equipo. Cada miembro del equipo también debe saber que es importante dentro de la organización. Y esto se puede lograr si hacemos del reconocimiento uno de los valores fundamentales de la organización.
El reconocimiento laboral en cifras:
Durante el año 2018, Deloitte publicó un estudio que comparó la tasa de rotación voluntaria entre organizaciones con programas reales de reconocimiento y sin dichos programas: el primer grupo mostró un 31% menos de rotación respecto al segundo.
El 69% de los empleados encuestados por Achievers (2021) indicó que trabajaría más si sus esfuerzos fueran reconocidos.
Por último, el informe de la American Psychological Association (2021) evaluó cómo el reconocimiento laboral repercutió en la disminución en un 27% los niveles de estrés, y en el aumento en un 24% en el bienestar general de los empleados.
En síntesis, todos los estudios indican que el reconocimiento de los logros laborales influye positivamente en el compromiso, la retención y el bienestar de nuestros colaboradores. Por lo tanto, cada organización debe poner énfasis en la implementación de prácticas de reconocimiento. Como ya hemos mencionado antes, las insignias digitales son una herramienta poderosa para lograr cambios culturales dentro de la empresa, en pro de alcanzar los objetivos de ésta.
No perdamos la costumbre de aplaudir los logros de los demás, tal como lo hacemos con un hijo que llega a casa con una buena nota o que anota un gol en un partido de fútbol escolar. Fomentar una cultura de reconocimiento en el lugar de trabajo no solo mejora la moral y la satisfacción de los empleados, sino que también impulsa el éxito colectivo de la organización.